Esta semana Benetton lanzaba una nueva filosofía. Acompañada de una campaña que va mucho más allá de pura moda. Una moda que con el paso del tiempo ha estado impregnada de la frialdad de algunos personajes que… En fin. Creo que la moda es mucho más que algo que llevas puesto, y en esto Benetton llega con un concepto democratizador. Ropa al servicio de las personas. Y es justo, en este punto donde Benetton toma perspectiva de cada mañana, cuando decidimos con nuestras emociones quiénes queremos ser y qué queremos representar.

Tal y como nos cuenta Benetton: «la filosofía clothes for humans comienza aquí: las prendas de ropa de Benetton están diseñadas para permitir que las personas expresen sus emociones y obtengan el máximo provecho de sus experiencias.» Lejos de los estereotipos de la moda, los momentos y los sentimientos auténticos son maravillosos.

La campaña publicitaria presenta a seres humanos auténticos, genuinos y diferentes, todos ellos viviendo momentos íntimos que todos hemos experimentado: una chica que se come un plato de comida para llevar frente a una nevera vacía, un grupo de chicas dispuestas a beber vino en una fiesta informal, dos hermanos que se cortan el pelo entre ellos. La luz es tan auténtica como los lugares: casas de personas de verdad, con un estilo acogedor, contemporáneo y, simultáneamente, internacional: igual que los clientes de Benetton.

«Los seres humanos. Algunos son felices. Otros, tristes. Algunos son felices y tristes», reza el cartel que resume la filosofía clothes for humans«Hagamos ropa para cada uno de ellos.» Abrazar nuestras emociones: un paso hacia adelante natural y, sin embargo, sustancial para Benetton, la marca que quizá ha estado siempre al lado de todas las personas, más allá de las diferencias entre ellas.

Y yo me enamoro 🙂