Ya es un hecho, diciembre está aquí…Un mes donde todo está permitido, las fiestas, los excesos… Tiempo para reflexionar sobre todo lo ocurrido en un año, los aciertos, los errores, los momentos buenos y los no tan buenos…
En lo que a moda se refiere, creo que lo tenemos claro, diciembre es el mes del oro, del lujo, del exceso sin limites. Repasando las cabeceras de las revistas mas importantes nos encontramos con los siguientes titulares: «Happy New Luxe» dice Elle, Vogue apuesta por «El numero de la fiesta», por otra parte, Marie Claire, nos avecina una «Fiesta, oro, pieles & Rock´n´roll» mientras que una joven veterana, Harper´s Bazar, con una portada limpia y sofisticada proclama con un rotundo «Soy la fiesta«. Ni que decir tiene los editoriales llenos de luz, brillo en el que modelos y prendas dan representación al momento que llega…En cuanto al diseño de las portadas el denominador común es el baño de oro que han sufrido todas y cada una de ellas; desde el simple color de la tipografía, el exotismo del oro en joyas hasta el lujo y la sofisticación de verlo en prendas.
Y es que otro año más, la moda se rinde ante el glitter gold que envuelve todos y cada uno de los rincones que nos rodean. Las calles se funden entre luces y destellos metálicos que hacen de nuestros paseos algo mágico, reuniones con los más queridos donde el gold aparece en forma de un brindis por los buenos deseos hasta esa chispita golden que nuestros ojos revelan. Además, este año y más que ninguno, diciembre llega en su versión más glam. Rendidos ante el lujo y el exceso de la moda disco de los 70´s llena de glamour y brillo, o por el contrario rendidas ante el embrujo de la feminidad y sensualidad de los 50 con Greta Garbo o la incondicional Marilyn Monroe… Una moda que hará de ti, una diva en toda regla, con todo el glamour, sofisticación y elegancia de una época dorada.
Ésta es mi oda a un diciembre que sin duda promete. Un diciembre lleno de gold donde no podía faltar un maravilloso vestido de Lanvin, el exceso barroquismo de Alexander Mcqueen, el descaro y tono desenfadado de Dsquared2 o el ya emblemático 2.55 de Chanel esta vez en versión vintage. Un mix que a mi parecer, muestra lo que sin duda, será un mes donde todo estará permitido…
