4 amigas, 9 días, 8 noches y todas las ganas por descubrir un país cargado de mitos e historia. Un viaje de esos que no se olvidan, por su gente, sus calles, su alegría y por una realidad que se esconde tras el manto del turismo y que se bebe trago a trago con su ‘ronsito’. Cuba gusta, pero por La Habana morirás de amor. Mucho más que una ciudad, mucho más que una cultura. No tendría palabras para describir su riqueza, su triste esplendor cargado del positivismo cubano y el fantástico trato de su gente. No podréis perderos La Habana Vieja y pasaer por la Plaza de Armas (el rastro madrileño), la Plaza de la Catedral sin olvidar la hora del vermout, o mejor dicho, del mojito en la Bodeguita del Medio para terminar el día con un paseo por el malecón en uno de sus coches antiguos. Tampoco Centro Habana con el Capitolio, Callejón de Hamel y la Floridita, famoso por sus daiquiris. Podría contaros mil anéctodas (que por supuesto, vendrán en próximos posts), pero de momento disfrutad de una selección de fotos mamasit@s! <3
Divino el post!!!