Como bien sabréis ayer noche, se celebraba el evento más esperado de todo el año, los Oscars, donde se premia el talento, trabajo y esfuerzo de la industria cinematográfica a nivel mundial. Ahora bien, existe otro gran premio, impuesto por la crítica sobre la mejor vestida, poniendo la mirada en el mundo de la moda. Una alfombra roja, se prepara para recibir dosis de glamour y elegancia en estado puro. Cada outfit, dígase vestido, accesorios, maquillaje requieren horas y horas de preparación, de pruebas hasta que por fin se llega al look final para ese día tan señalado.
Me quedo con 3 nombres:
Rooney Mara de Gyvenchy. Por la elegancia con un toque místico y la sencillez de un maquillaje natural.
Michelle Willians de Louis Vuitton. Un look lady y un tono anaranjado (aunque muchos digan que es rojo) que le favorecían muchísimo. Realmente preciosa.
Gwyneth Paltrow de Tom Ford. Por recordarnos lo que es el glamour de Hollywood y la elegancia y sofisticación del minimalismo.
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Nada que decir sobre una Jennifer López que, como de costumbre, comete excesos de escote, de talla de vestido… Total, un caos de mujer. Angelina Jolie, me decepcionó con su femme fatale, que sea de Versace o no, esos drapeados y el negro terciopelo no le favorecían nada de nada. Es lo malo de tenernos tan acostumbradas a deslumbrar en cada alfombra que pisa. Esta vez no. Y nuestra Pe, en fin, ¿qué puedo decir? Muy fan de los drapeados y pliegues que hacían de ella un auténtico cupcake. Delicioso, pero no acertado, me quedo con el color grisaceo, porque esta vez, a gusto de una servidora, ni el maquillaje ni el peinado se llevan el aprobado.